lunes, 27 de julio de 2020

EXILIO

EXILIO Jevdet Rexhepi Exilado: persona que vive fuera de su país de origen por opción o porque es obligada. Hace parte de la moralidad no sentirse en casa en nuestra casa. (Adorno) El hombre para quien su patria le resulta agradable, aún es un principiante tierno; aquel para quien cualquier suelo es como si fuera su  patria,  ya  es  fuerte;  pero  perfecto  es  aquel  para  quien  el  mundo entero es una tierra extraña. (Hugo de São  Vítor) Al entender el exilio como una distancia crítica de cualquiera y de todas las identidades culturales, por un lado, los 16 años de exilio de Paulo Freire coincidieron con aquel que fue probablemente su período intelectual más proficuo.  Ese período  imprimió en  Freire la idea  de estar  “desenraizado” como  un extrañamiento  positivo,  en  que  el  alejamiento  lo  ayudó  a  realizar  un  modelo  de empoderamiento y liberación frente a frente con la concientización y la pedagogía crítica. Por lo tanto, el exilio, como experiencia de vida de Paulo Freire,  convierte a la posición reflexiva e híbrida del exilio  en un punto de vista poderoso, a partir del cual se pueden observar y analizar las implicaciones y los modelos de la opresión. Por otro lado, el exilio implica sin embargo, la agregación de “saudades” (FREIRE, 1998, p. 25) mentales y físicas, esto es de nostalgia. Ese estímulo emocional muy concreto se encuentra con los flujos subyacentes de la opresión y de la resistencia, y así, la oposición entre la patria y el exilio se cristaliza en una oposición irrequieta a la ortodoxia, sobrepasando límites, donde la praxis crítica conduce a la vocación ontológica de ser más humano (FREIRE, 2000, p. 43). El contexto del exilio para Freire, no tiene mucho que ver con los condicionamientos de la existencia humana como de dentro o de fuera, a pesar de que sea importante esa distinción y ciertamente revela convicciones y decisiones en diferentes grados. La razón de ser de la pedagogía de Freire es involucrarse con la vida de manera crítica y ética —“ser en el mundo”— independientemente de las vicisitudes determinadas por preocupaciones espaciales y/o temporales, como las que suceden en el exilio, por ejemplo (2000, p. 178). Como analizó Freire en Pedagogia da esperança, el exilio es actuante en términos de su utilidad táctica, como  una  posición  a  ser considerada,  entendida  e implementada  de  formas  más destacadas, de forma a afectar una historicidad re significada, contribuyendo a la humanización, y así (p. 25). De esta manera, donde el equilibrio cotidiano de la vida en el exilio se manifiesta según parámetros espaciales y temporales (esto es, tiempo y espacio), el exilio como estado de espíritu, con su colección de componentes emocionales y espirituales, necesita así mismo ocurrir de manera resoluta dentro de una mentalidad crítica y ética, movida por la justicia social. En la  medida  que el  análisis  de las  relaciones  de poder  provoca  la exclusión del diálogo a través de la frecuente “soledad terminal” de la existencia del exilio contemporánea (1994), con su construcción que atraviesa esferas socio políticas y económicas de la existencia individual y comunitaria, el punto de vista del exilio de Freire permite una “evaluación crítica de la realidad” en el paradigma pos  moderno  (1998,  p.  30).  En  este sentido,  el exilio  representa  un  medio  de resistencia productivo y realista. Referencias:  FOUCAULT, M.  The order of things: an archaeology of human sciences. New  York:  Vintage, 1994;  FREIRE, P.  Pedagogy of  hope. New  York: Continuum, 1998; FREIRE, P.  Pedagogy of the oppressed. New  York: Continuum, 2000.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"NO DISCUTAS CON BURROS" (Fábula)

"NO DISCUTAS CON BURROS" (Fábula) El burro le dijo al tigre: - "El pasto es azul". El tigre respondió: - "No, el pa...