jueves, 31 de octubre de 2019

Inicio de obra del techo de la escuela José Pablo Moncayo

Hace un año iniciamos las gestiones para el techado de la escuela José Pablo Moncayo, Sabíamos que no iba ser fácil y que se necesitaba mucha constancia, tocamos muchas puertas e invertimos muchas horas para estar al pendiente del avance de esta gestión.

En algunos momentos como comité y dirección, sentíamos que la gestión no estaba dando resultado, Pero afortunadamente el día de ayer se ha iniciado el proceso de construcción de esta obra tan importante para nuestra institución.

La escuela José Pablo Moncayo tiene 20 años de haber sido fundada, y es la única institución en esta colonia, la Cruz, Que no contaba con techumbre.

Con esta obra se están beneficiando aproximadamente 530 niños que tendrán un espacio más digno, para desarrollar actividades de sus asignaturas al aire libre.

Mi agradecimiento a todos los funcionarios públicos que de una u otra forma escucharon nuestras peticiones y tomaron en cuenta, esta solicitud para llevarla a cabo: gracias al gobernador Omar Fayad el secretario de educación Atilano Rodríguez al presidente municipal Fernando Pérez, a mi comité de APF y Ceps, Y por supuesto a mis compañeros maestros que estuvieron pendientes de las gestiones que realizamos, además de apoyarme. 






















viernes, 25 de octubre de 2019

Lo que sigue !!!!

Llegar al viernes después de una semana llena de trabajo, es lo que le sigue al inmenso deseo de respirar por voluntad y no por obligación. 

Sin duda tener trabajo es una bendición. Hay quien lo lo tiene. 

Excelente fin de semana!!!!!




domingo, 13 de octubre de 2019

Dice así

Cuando Gabriel García Márquez se retira de la vida pública por padecer cáncer linfático, envió una carta de despedida a sus amigos, y gracias a internet está siendo difundida.
Es verdaderamente conmovedora; está escrita por él; uno de los latinoamericanos más brillantes de los últimos tiempos.

Dice así:

“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subirla escarpada.
Me apartaría de los necios, los habladores, de las gentes con malas costumbres y actitudes.
Sería siempre honesto y mantendría llenas de amor y de atenciones a las personas a mi alrededor, siempre trataría de dar lo mejor…
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.
Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”, “por favor” , “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.
Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuánto te importan.

*Gabriel García Márquez*

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Hagamos parte

Háganos parte de ser esas personas que no esperan todo de Papá gobierno, y que diario se levantan a trabajar la parte que les corresponde.

El mexicano está acostumbrado a que todo le den en las manos, espacipapá gobierno, y que diario se levantan a trabajar la parte que les corresponde.

El mexicano está acostumbrado a que todo le den en las manos, Y este gobierno se ha convertido en un gobierno paternalista y quiere darle todo a los mexicanos a cambio de votos.

Hagamos parte de esas personas que hacen historia sin necesidad de ser subsidiadas.

domingo, 6 de octubre de 2019

⛳ Ocho notas sobre Maquiavelo
Jesús Silva-Herzog Márquez, Andar y Ver, 16 de diciembre de 2013

Hace 500 años Nicolás Maquiavelo estaba terminando de escribir un librito. Es un escrito donde he apuntado todo lo que sé, le cuenta a su amigo Francisco Vettori en una carta fechada el 10 de diciembre de 1513. Al relatarle la aventura de sus días, Maquiavelo le cuenta que por las noches se encierra a conversar con los muertos y a preguntarles de sus acciones para conocer las razones de su éxito y de sus fracasos. Tal vez te interese, le dice  a Vettori, y a un príncipe podría, incluso, resultarle útil. Ahí describo lo que es un principado, qué tipos existen, cómo se adquieren, cómo se pierden. Aquel 10 de diciembre no había puesto aún el punto final a su obra: todavía lo estaba aumentando y puliendo…

Uno. El príncipe no es un manualito de gobierno. Si fuera un simple instructivo práctico, carecería de sentido hoy, 500 años después de hacer sido compuesto. El príncipe es un clásico porque es una reflexión agudísima y certera sobre la naturaleza humana, la textura de la historia, las posibilidades de la acción política. Se le ha querido leer como un libro de consejos pero es mucho más que eso: un juicio sobre el sitio del hombre en la historia.

Dos. El príncipe no es la primera página de la ciencia política, como han dicho muchos. Nada más ajeno a su pensamiento que la idea de una racionalidad exacta, despojada de cualquier subjetividad. El Estado no es artefacto de la técnica, es una obra de arte. El artista al que se dirigió Maquiavelo no tiene nunca control absoluto sobre el material al que aplica su genio. El gran defensor de la voluntad política nunca creyó en la omnipotencia del deseo ni en la supremacía de la razón. Sostuvo exactamente lo contrario: que lo impredecible, lo incontrolable, lo indómito reside en el corazón mismo de la política. Los delirios del control político absoluto exhiben la máxima ignorancia.

Tres. Maquiavelo no fue maestro de tiranos. En El príncipe pensó, sobre todo, en la conquista del poder. El personaje que le seduce es aquel que no ha heredado una corona y que, sin embargo, a golpe de valentía y audacia, prudencia y arrojo, es capaz de conquistarla y conservarla en su cabeza. Antonio Gramsci lo leyó bien: fue maestro de revoluciones.

Cuatro. Tampoco fue predicador del mal. La palabra virtud aparece una y otra vez en los 26 capítulos de El príncipe mostrando todo lo que le importaba el bien a su autor. Tampoco creyó que la política fuera un territorio amoral, donde las consideraciones sobre la bondad o la maldad de la conducta fueran irrelevantes. Todo lo contrario. Sabía que en el gobierno de los hombres hay que tomar elecciones dramáticas y que, con frecuencia, hay que elegir entre males. Su herejía fue advertir que el bien no produce solamente cosas buenas y que del mal surge, en ocasiones, un bien. Si el hecho acusa al político, dijo, los resultados pueden excusarlo.

Cinco. El príncipe desprende la política de su cualquier pretensión de Verdad. A su autor no le interesaba conectar los principados o las repúblicas a la gran cadena de la existencia o al plan de la Creación. Los hombres se guían por la apariencia antes que por la verdad. En la opinión, no en la razón, radica el mando.

Seis. Maquiavelo fundó en El Príncipe una política de límites. Es cierto, los suyos no son los límites de las instituciones o los derechos, son advertencias a la sensibilidad política. Ajeno a la mecánica impersonal del constitucionalismo, Maquiavelo alertó de los excesos de un poder imperturbable. Si el Estado condensa la coacción, debe emplearla con inteligencia suprema. Saber cuándo usarla, cuánta usar y de qué modo emplearla son esenciales para preservar el delicado hilo del gobierno. Nada tan imprudente, tan ingenuo, como la política de la fuerza bruta.

Siete. Maquiavelo alertó de los peligros del fanatismo político. Al advertir que el príncipe ha de adaptarse constantemente a las circunstancias, al identificar el carácter indomable del tiempo, denunció el absurdo de la obsesión. Una política que no cambia, una política que se ata a un libro o a un propósito sin reconocer el cambio de las circunstancias es suicida o tiránica.

Ocho. Si en El príncipe Maquiavelo renuncia a la política como una vía de la esperanza es porque asienta un criterio humano de evaluación: la responsabilidad. El Estado es una carga que obliga, no una licencia. Quien no sea capaz de comprender esa dimensión no debe acercarse a su territorio. Por eso Maquiavelo es el gran teórico de la responsabilidad política.

jueves, 3 de octubre de 2019

Circo en las marchas

El conocido de todos que las marchas son para manifestar cualquier inconformidad. Pero las de las últimas fechas son como este gobierno. Solo para dividir. 

"NO DISCUTAS CON BURROS" (Fábula)

"NO DISCUTAS CON BURROS" (Fábula) El burro le dijo al tigre: - "El pasto es azul". El tigre respondió: - "No, el pa...