domingo, 26 de julio de 2020

ESPERANZA

ESPERANZA Danilo R.  streck Esperanza  es  una  categoría  central  en  la  obra  de  Freire,  vinculada  con  otros conceptos como utopía, inédito viable o sueño posible.  Ya en  Pedagogia do oprimido  (1981b,  p. 97) la esperanza se  hace presente como  condición para el diálogo, junto con el amor, la humildad, la fe en los hombres y en las mujeres. La confianza se instaura en el dialogo que, a su vez, es movido por la esperanza. El diálogo en busca del ser más, no puede darse en la desesperanza. En palabras de Freire: “Sin embargo, la esperanza no es un cruzarse de brazos y esperar. Me muevo en la esperanza mientras lucho y si lucho con esperanza, espero” (FREIRE, 1981, p. 97). La esperanza se convierte en el tema-título de sus libros (Pedagogia da esperança, 1992), escrito en un período tensionado por avances democráticos y por una desilusión de las utopías. Por un lado, la Constitución Federal de Brasil aprobada en 1988 garantizaba importantes espacios de participación popular, y gobiernos progresistas comenzaban a implantar políticas públicas innovadoras, como el Presupuesto Participativo en Porto Alegre (1989). Por otro lado, la caída del muro de Berlín (1989) simbolizaba la crisis de alternativas en términos de proyectos de sociedad. La esperanza es para Freire una “necesidad ontológica”, un “imperativo excepcional e histórico” (FREIRE, 1992, p. 10). A su vez, la desesperanza es la  esperanza  que  perdió  el  rumbo.  Consecuentemente,  no  cabe  una  educación para la esperanza. El papel del educador y de la educadora es cuidar para que la esperanza no se desvíe y no se pierda, cayendo sea en la desesperanza o en la desesperación. Al  ser un imperativo  histórico,  la esperanza  se manifiesta en la práctica. No hay esperanza en el “puro esperar”, esto es, en la inmovilidad y en la parálisis. Si la meta es la creación de un mañana diferente, su construcción tiene que ser iniciada hoy. De la misma forma, no toda esperanza es igualmente generadora de una realidad diferente. La crítica es su elemento purificador. Para Freire,  la  esperanza  crítica  es  tan  necesaria  para  el  ser  humano  como  el  agua descontaminada para la vida del pez.  En Pedagogia da esperança, la esperanza se afirma en un contexto de análisis atravesado por la metáfora de la trama. Se tiene la impresión de que ella da sustentación a los hilos que la vinculan para componer la existencia individual, la historia y la propia práctica educativa. Freire se está debatiendo  con las teorías pos modernas (del fin de las meta narrativas, del fin de la historia, del fin del sujeto) y se sitúa en una posición que identifica como “posmodernamente progresista”, dando a entender que la afirmación de la esperanza necesita ser contextualizada en la historia. Su obra misma es un ejemplo de reinvención dentro de nuevas condiciones, desde la experiencia de alfabetización en Angicos hasta el desafío de la administración municipal en São  Paulo como Secretario de Educación. En Pedagogia da autonomía (1996, p. 80), a su vez, Freire asocia esperanza y  alegría  como  exigencias  del  enseñar.  Hombres  y  mujeres,  como  seres  de  la esperanza, están frente  a la posibilidad de crear otro futuro. En ese sentido la misma esperanza que busca la alegría también provoca “rabia” frente a las condiciones que niegan el ser más inscrito en la naturaleza de la personas. Un autor que tuvo una gran influencia sobre los movimientos de contestación de los años 1960, en los cuales Freire también se inspira y a los cuales está asociado, es Ernst Bloch en cuya obra se encuentra el libro O principio da esperança (tres volúmenes publicados entre 1954 y 1959). Según Bloch,  el  hombre  apenas  percibe  fragmentos  del  futuro  a  través  de  sus  acciones concretas.  Pierre  Furter  ve  en  esa  esperanza  la  base  para  el  pensamiento  utópico en la educación (FURTER, 1996). Entre otras obras fundadoras sobre el tema, se destaca  Teologia da esperança (1964) de Juergen Moltmann, que influenció el movimiento de  Teología de la Liberación y fue fuente de inspiración para Ruben Alves, que tituló su tesis de doctorado A theology of human hope (1969), publicada en Brasil como Da esperança (1987). La esperanza se convierte en una presencia viva, vivida como la experiencia anticipada de una promesa que ya comenzó a ser cumplida. Paulo  Freire integra  la  esperanza  no  solamente  en  sus  escritos  pedagógicos. Ella forma parte de su ser en el mundo y alimenta su búsqueda y sus luchas, sea entre los campesinos nordestinos, con estudiantes universitarios, sea en la gestión pública. La esperanza basada en la acción impide tanto la acomodación pragmática a la realidad como la fuga a idealismos incapaces de interferir en  la  historia. Referencias:  ALVES. Rubem.  Da esperança. Campinas: Papirus, 1987; BLOCH, Ernst.  O princípio esperança. Rio de Janeiro: Contraponto, 2005; FREIRE, Paulo.  Pedagogia da autonomia. Saberes necessários à prática educativa. São Paulo: Paz e  Terra, 1996; FREIRE, Paulo.  Pedagogia da esperança. Um reencontro com a Pedagogia do oprimido. Rio de Janeiro: Paz e  Terra, 1992; FREIRE, Paulo.  Pedagogia do oprimido. 9. ed. Rio de Janeiro: Paz e  Terra, 1981; FURTER, Pierre.  Educação e reflexão. Petrópolis: Paz e  Terra, 1966.

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