miércoles, 10 de junio de 2020

"El imperialismo europeo solo renueva sus mentiras según la época"

"El imperialismo europeo solo renueva sus mentiras según la época"

Los sacrificios humanos y el canibalismo NO EXISTÍAN en la excelsa ciudad de Tenochtitlan (en donde si había penas capitales y eutanasia de acuerdo a su Ley). Todas estas falsas acusaciones y exageradas versiones que los invasores lanzaron contra las estrictas costumbres sociales mexicah deben ser entendidas en términos de la “propaganda de guerra” de Europa para justificar ante los ojos de sus reyes absolutistas y sus clérigos el brutal genocidio y saqueo al Anahuac. En otras palabras, si la invasión al Anahuac hubiese sido en el siglo XXI (hoy 2020) y no en el Siglo XVI (1519), el pretexto usado por Europa para invadir y destruir a los mexicah, no hubiese sido la burda e inverosímil calumnia de los sacrificios humanos o el canibalismo, sino algo al acorde a las mentiras de esta época posmoderna, es decir, se acusaría al Anahuac de “supuesta posesión de armas de destrucción masiva” o de “falta de democracia en sus gobiernos”. Se ha creado maliciosamente la fama, desde la Colonia, que los viejos habitantes del Anahuac en lo general, y los aztecas en lo particular, son los “máximos sacrificadores de la historia de la Humanidad”. Irónicamente, es muy probable que antes de ese sombrío periodo de la Colonia, el Anahuac se trató quizás de la región más civilizada y humanitaria del planeta en su época.

Existe la patraña histórica que reza que en Tenochtitlan se sacrificaban a CENTENARES DE MILES de personas cada año, y que mientras más se extendía el (erróneamente) llamado “imperio azteca” más sangre humana necesitaban. Según este MITO HISPANISTA, los aztecas sacrificaban a todos sus prisioneros y hasta realizaban las famosas “guerras floridas” con el único objeto de obtener prisioneros para sacrificarlos. Sin embargo, todas estas acusaciones no son más que rabiosas calumnias que NO ESTÁN SUSTENTADAS en ninguna prueba arqueológica concluyente a la fecha y solo fueron “afirmadas al vapor” por los invasores españoles como parte de su estrategia de desprestigio contra su enemigo americano, pues tal y como sucede en cada guerra imperialista a lo largo de la Historia: la primera víctima es la “verdad”. Así pues, los supuestos sacrificios humanos practicados en el Anahuac, son una negra historia inventada por los europeos para mostrar a los aztecas como los máximos salvajes y asesinos que practicaban “cultos demoníacos”, y por tanto, sentaron la justificación perfecta para su discurso de que había que destruir y acabar con su “monstruosa cultura”.

En cuanto a la falsa acusación de canibalismo que hicieron los españoles contra los nativos de Anahuac, ésta resulta todavía más insostenible y soez, pues si la versión de que los aztecas devoraban carne humana fuese cierta, sería INEXPLICABLE el por qué terminaron MURIENDO DE HAMBRE durante el sitio final a Tenochtitlan, siendo que había carne humana disponible y EN EXCESO con los cadáveres frescos que se contaban a diario por cientos, esparcidos en las calles de la gloriosa capital azteca ya en agonía.

La versión europea de los supuestos “sacrificios humanos” y la practica del “canibalismo” en el México Antiguo, a la luz de la INTELIGENCIA y BUEN JUICIO de la actual sociedad del siglo XXI simplemente ya no es creíble, pues hemos visto tantas y tantas mentiras escritas por los vencedores imperialistas para difamar a sus odiados rivales desde hace 500 años de todas las latitudes (Tenochtitlan, Tawantinsuyo, Rusia zarista, India, Vietnam, Irak, Siria, Libia, Palestina, Japón, Venezuela, etc), que una mentira más ya no sería novedad…

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Pueblo de la Luna

“A la gloria de esa antigua sociedad de grandes poetas, matemáticos, filósofos y guerreros que añoraban una vida entre Flores y Cantos y una muerte al filo de la obsidiana”

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