Una persona sacrificó un ternero gordo, encendió la parrilla y le dijo a su hermano: "Sal. Llama a nuestros seres queridos y vecinos para que coman con nosotros ...
Su hermano salió a gritar: "¡Gente, ayúdenos a apagar un incendio en la casa de mi hermano!"
Por unos momentos salió un grupo de personas y el resto actuó como si no hubiera escuchado.
La gente que venía comía y bebía hasta hincharse.
El hermano se volvió hacia su hermano asombrado y le dijo: "Las personas que vinieron no las conozco y nunca las he visto antes, entonces ¿dónde están nuestros seres queridos y compañeros?"
El hermano dijo: “Los que dejaron sus casas vinieron a ayudarnos a apagar un fuego en nuestra casa y no para la fiesta, porque estos son los que merecen generosidad y hospitalidad”.
Conclusión: A quien no encuentres a tu lado en un momento de angustia, no lo llames amigo, hermano o amante .. Porque ese es el que se ríe de ti en tiempos de apuro, y no merece tu amabilidad, generosidad y atención.
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