martes, 11 de agosto de 2020

la población de Tulancingo es una de las más antiguas de América Latina












En el período arcaico el lugar fue poblado por los otomíes u otra raza ramificada de los Nahoas, lo cual se ha confirmado por los hallazgos arqueológicos encontrados al norte de la Ciudad; en Huapalcalco y al sur del Pedregal, con éstos hallazgos se confirma que la población de Tulancingo es una de las más antiguas de América Latina. Se atribuye su fundación a los Olmecas, Xicalancas u otras tribus, pues ya era una ciudad poblada en el año 697 A.C. cuando de Huejutla llegaron los toltecas al lugar que les había prometido el astrólogo Hueman, quien puso los cimientos de la teocracia, y trabajó con sus discípulos en el plan que había concedido para reformar el culto tolteca, dando por medio de las ciencias, y el arte un nuevo impulso a la civilización. Así trasladaron el caserío de las Laderas al Plan, en donde se encontraba una lagunilla y tule, que conas lamas y siembras quedó terraplenada y seca nombrando a la reformada ciudad "TOLLANZINGO".

En el transcurso del reinado de Quetzalcóatl, éste residió un tiempo en Tulancingo y dotó a la ciudad de escuela y monasterio, hizo grabar en piedra un zodiaco y edificó un templo llamado Mitlancalco destinado a recibir los cadáveres de los sacerdotes y príncipes. Así a Quetzalcóatl le llamaron "Profeta de Tollanzingo". La cultura Tolteca llegó a la cima de la prosperidad pero en 1116 descendió notablemente, la ciudad fue abandonada por los toltecas a principios del Siglo XII, cuando fue destruido el Imperio del Tollán y la guerra. Extinguida la dinastía, emigraron los vasallos y chichimecas traídos por Xolotl en 1120. Se establecieron en donde quedaban restos de familias toltecas y así fue poblado Tulancingo nuevamente. Constituyéndose así en otro más de los señoríos tributarios de Texcoco, contribuyendo así a la fábrica y renovación de los templos y casas reales de la capital.

La población de Tulancingo fue aumentada por tlaxcaltecas. En 1324 el rey Quinantzin decretó congregar a sus súbditos en poblaciones, estimulándolos a la civilización. Tulancingo que era aliado de otras provincias se reveló marchando sobre la capital de Texcoco, pero fueron vencidos, el rey mandó deponer al señor Tulancingo, estableciendo mayordomos y gobernadores. En los primeros años del Siglo XV el rey azteca Huitzilhuit conquistó a Tulancingo para el imperio azteca.

En 1431, Itzxóatl y Netzahualcóyotl, reyes de Tenochtitlán y Acolhuacán respectivamente, para regularizar sus territorios hicieron una nueva división y Tulancingo volvió a incorporarse al reino de Texcoco. En Tulancingo no hubo una cultura predominante, era más bien  una región de paso para llegar al centro de México. Y todo grupo que pasaba, dejaban huella de su paso.

LA CONQUISTA.- Tulancingo, a las órdenes del príncipe Ixtlixóchitl, se unió al ejército de Cortés para conquistar Tenochtitlán. La calzada de la Noche Triste se le confió a Pedro de Alvarado en este lugar estuvo la gente de Tulancingo al mando de Cuauhtiztactzin, hermano de Ixtlñilxóchitl.

a).- La Conquista Espiritual. En 1525 la ciudad de Tulancingo quedó bajo el dominio de los conquistadores españoles. A los pocos meses de estancia, tenían que cambiar las creencias de los nativos, y los misioneros jugaron un papel muy importante para la reorganización de la Nueva España. Como primera labor tenían que implantar la religión católica, se tenían entonces que desplazar a los Dioses de los nativos. Se tenían entonces, que construir templos para el culto católico y desplazar los templos teocráticos. También se tenía que enseñar para poder tener una mayor comunicación. Quien se oponía a cambiar sus creencias en aquel entonces también existía el "infiernito". También en Tulancingo había inquisición.

La población fue encomendada a don Francisco Terrazas y a don Hernando de Ávila llegaron así a Tulancingo españoles atraídos por su clima y sus tierras, llamándole a Tulancingo: "Retiro de Antiguos Conquistadores". En 1527, llegaron los religiosos franciscanos de la cada e prioral de Texcoco. Primeramente fabricaron una ermita en el barrio de Zapotlán, después la iglesia de la tercera orden que actualmente se le conoce como catedral, dedicada a San Juan Bautista.

EL MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA.- El 23 de mayo de 1812 se avistaron 12 000 insurgentes al mando  de Osorno, Serrano, Beristáin, Anaya, Espinosa, Cañas, Villagrán y González pidiendo rendición al coronel Piedras que resguardaba la Plaza de Tulancingo, al no recibir respuesta rompieron fuego y después de 6 días de combatir se retiraron de la ciudad. Su forma de ataque fue mediante catapultas que colocaron en las indicaciones del cerro del Tezontle desde allí podían controlar todos los movimientos de los atacados, pero pese a éstos esfuerzos no lograron apoderarse de la población. Los insurgentes huyeron mientras que el coronel Piedras organizaba a sus tropas para perseguir al atacante dando por resultado centenares de muertos y muchos prisioneros.  Los insurgentes regresaron nuevamente a Tulancingo, después de tan deshonrosa batalla, tomaron por sorpresa a la población en 1812, se formó en Tulancingo un "cuerpo patriotas" y para sostenerlo, tomaron el producto que cedía al comercio para las reparaciones del centro parroquial.

El 25 de febrero de 1814 se tuvo aviso de que los insurgentes estaban robando ganado en la hacienda de San Nicolás, para perseguirlos salió una partida salió una partida de dragones, al mando del teniente Toro, quien fue muerto en combate, corriendo la misma suerte algunos de sus compañeros. Cuando los refuerzos llegaron al lugar de la batalla de insurgentes ya que se  habían retirado. Al día siguiente se presentó Osorno con 500 hombres de tropa regularizada y 2 mil gentes del Pueblo. Al enterarse Piedras dispuso inmediatamente en las cortaduras de las calles y en la bóveda de la iglesia. Mientras Osorno ya se había posesionado del cerro del Tezontle y desde allí dominaba a la población.

El ataque duró 3 horas y sin resolverlas los insurgentes se retiraron. El 26 de febrero de 1915 nuevamente fue atacada la ciudad pero nuevamente no se pudieron apoderar de la población. Así, los triunfos del coronel Piedras fueron resonando hasta que llegaron a los oídos del virrey calleja, éste lo llamó y dejó en su lugar al coronel Concha quién cuando supo que el general Bravo y Guadalupe se aproximaban para tacar a la población proclamados por el Plan de Iguala, el 29 de abril de 1821 se dio a la fuga.

El coronel Nicolás Bravo al llegar a la ciudad, se ocupó de vestir y disciplinar a la tropa, estableció una fabrica de pólvora y una imprenta en la que publicó el periódico "El Mosquito de Tulancingo", el cuál tenía como objetivo difundir los ideales de la independencia, acallar a los partidos opositores y atraer a la población a sus filas. Así pudo vérseles incorporados en el Ejercicio Trigarante que el 27 de septiembre la bandera de México hacía su entrada triunfal  en México, formando en la 7a. División de Infantería 205 patriotas de Tulancingo, del Batallón "Lealtad" y en la 8va. División de Caballería a 234 dragones de Tulancingo.

El 19 de mayo 1822 la regencia proclamó a Iturbide, Emperador de México quien había prometido que al encontrar oposición a su reinado, bajaría del trono. Así lo hizo el 19 de marzo de 1823 abdicó a la corona y ofreció salir de la capital optando que su residencia estaría en Tulancingo a donde llegó el 3 de abril, siendo recibido por las autoridades. El revuelo que causó la llegada de Iturbide en la población a pesar de que ya había dejado el trono fue incontenible. A su paso la gente gritaba "Muera el Congreso y viva el Emperador", pronto llegó esta noticia al Congreso y dio prisa a expatriar a Iturbide. Se le retiró de Tulancingo el 20 de abril y se embarcó en Veracruz el 11 de mayo.

LA REFORMA LIBERAL.- En realidad, la Independencia sirvió para separarnos políticamente de España, pero no modificó las relaciones de subordinación y explotación  de los obreros y peones. Tampoco al sector campesino que fue al más pujante para que se repartiera la tierra tuvieron acceso a ella. A partir de la Constitución de 1824 en la que se adoptaría el gobierno Republicano como forma de gobierno, el primer presidente sería Guadalupe Victoria. La nación ya no se llamaría simplemente México sino Estados Unidos Mexicanos: formando por 19 entidades autónomas libres y soberanas. Una de ellas era el Estado de México que entonces abarcaba además de su actual territorio todo lo que actualmente conocemos como el Estado de Guerrero, Morelos e Hidalgo.

La entidad quedó en 8 distritos, de los cuales 3 corresponderían hoy a Hidalgo: el distrito de Tulancingo, que incluía los partidos de Apan,  Otumba, Pachuca, Tulancingo y Zempoala. El distrito de Huejutla y Tula eran los dos restantes. Melchor Marquiz, primer gobernador con carácter provisional del Estado de México mandó hacer un censo poblacional sobre la realidad económica de su jurisdicción arrojando que en el Distrito de Tulancingo había 71,598 habitantes.

A fines de 1827 diputados federales presentaron al congreso un decreto-cuyo trámite no prosperó que prohibía las llamadas logias Masónicas, una especie de sociedades secretas con ritos de la antigua Europa. Entonces, un militar llamado Manuel Montaño, lanzó desde el pueblo de Otumba un plan para exigir la expulsión de la logias, aunque de paso pretendía imponer en México un nuevo gobierno monárquico. La circunstancia, pues, era ideal para cierto sector de la política. Nicolás Bravo, defensor del sistema centralista del gobierno, como vice-presidente de la República respaldó el levantamiento y se reveló el levantamiento y se reveló contra Vicente Guerrero quien entonces era defensor del sistema federalista.

Bravo se refugio en Tulancingo, donde contaba con el apoyo de las milicias, y aquí fue atacado por Guerrero en 1828. Entre unos y otros se armó un gran conflicto que dejó en la ciudad muchos muertos y heridos. A Guerrero le valió ser nominado como candidato a la presidencia. A Bravo le costó el destierro. Su fracaso en la guerra con los Estados Unidos  había obligado a Santa Anna a exiliarse, pero a principios de 1853 regresó para ocupar por undécima ve la presencia de la República. Tomando el papel de dictador en lugar del Presidente el general se apresuró a liberarse de sus enemigos políticos. A Melchor Ocampo, el gobernador liberador de Michoacán que había dictado leyes contra el clero, lo mandó prisionero a Tulancingo porque esté adicto a la causa conservadora. Como no estuvo en la cárcel sino que podía caminar libremente por las calles, Ocampo aprovechó su estancia en la población para ganarse y amigos y promover el trabajo artesanal.

Seis meses después, Santa Anna cambió de opinión y prefirió enviar a Ocampo fuera del país. En el pueblo de Tulancingo Ocampo dejó prendida la llama de la reforma social y del liberalismo; ideas que pinto hizo suyas un joven de 28 años que se llamaba  Manuel Fernando Soto.

LA INTERVENCIÓN FRANCESA.- Por decreto expedido el 17 de abril de 1858 por el gobernador del estado de México Lic. Cayetano González y Pérez en reconocimiento a las altas virtudes y patriotismo de Nicolás Bravo, la ciudad se llamaría Tulancingo de Bravo. El tulancinguense Manuel Fernando Soto gobierna por unos meses el Estado de México intenta promover la creación de un nuevo estado de la República. Pero el país estaba demasiado ocupado en otros asuntos para discutir el proyecto. Por un lado los conservadores querían vengarse de la derrota y ansiaban un monarca extranjero en vez de un presidente mexicano. Por otro lado; los liberales, trataban de defender el sistema republicano y de ejecutar a toda costa las Leyes de Reforma. En 1982, las tropas de Francia, Inglaterra y España, desembarcaban en el puerto de Veracruz exigiendo el pago inmediato del adeudo. Juárez convence a los españoles y a los ingleses que le dieran tiempo de recaudar fondos y se retiraron. Pero los franceses, que deseaban establecer una colonia por instrucciones de su emperador Napoleón III, aprovecharon el momento para atacar a nuestro país. Para organizar la defensa contra la invasión, Juárez decretó el 7 de junio que el estado de México se dividía en 3 distritos militares, el segundo de los cuales correspondió al territorio que sería hidalguense.

Pedro Espinoza, y más tarde de Manuel Fernando Soto son los primeros comandantes militares de nuestro distrito. En julio de 1863 tras el abandono de Juárez, los franceses entran a Tulancingo. Mientras tanto, en la capital se forma una Junta de Gobierno y una Asamblea de Notables. La primera ocupa el Poder Ejecutivo y está encabezada por tres personas una de ellas es el Obispo de Tulancingo Juan Bautista Ormaechea. La segunda ordena que México debería de tener  un emperador y le ofrece la corona al príncipe Fernando Maximiliano de Habsburgo, Archiduque de Austria. El 12 de junio de 1864 sale una comitiva presidida por el obispo Ormaechea a recibir al nuevo emperador Maximiliano que llega a la ciudad de México.        Del 30 de agosto al 2 de septiembre, Maximiliano conoce Tulancingo, alojándose en la misma casa y en el mismo cuarto donde había estado Agustín de Iturbide.

En 1865 los conservadores se llevan la sorpresa de su vida cuando Maximiliano pone en vigor de carácter reformista. Como el país ya no es una República sino un imperio se suprime la división por estados y se establecen 50 departamentos, unos de lo cuales es Tulancingo. Cuando Benito Juárez regresa triunfante a la ciudad de México lo primero que hace es expulsar al obispo de Tulancingo acusándolo de imperialista, la paz pudo volver a México. Ahora si todo estaba listo para que naciera el Estado de Hidalgo.

LA REPÚBLICA RESTAURADA.- Ahora en 1867, restaurada la República había suficientes razones para llevar adelante el proyecto. El sábado 16 de enero de 1869 la República Mexicana ya tenía otro Estado. Una vez autorizado el nacimiento de Hidalgo faltaba acordar la localidad que sería su capital: Actopan, Tulancingo o Pachuca. Actopan carecía de recursos económicos y de edificios para oficinas de gobierno Tulancingo era la ciudad con mayor número de habitantes, mayores ingresos económicos y edificios para tal fin en el nuevo Estado, pero no le favoreció el hecho de ser residencia de un obispo que había participado con los franceses. Por esta razón ahora Tulancingo no es la capital del Estado.

LA REVOLUCIÓN.- El 28 de enero de 1872, el gobierno federal declaró a Hidalgo estado de sitio la razón fue la inconformidad por la relación de Juárez en este mismo año y puso en manos de Francisco A. Osorio pese a las protestas del gobernador Tagle. En febrero, el distrito de Tulancingo desconoció a Osorio. Muerto Juárez el presidente Lerdo de Tejada puso fin al estado de sitio en Hidalgo y reintegró el poder al gobernador Tagle.    Al segundo gobernador de la entidad; Tagle, le tocó promulgar la primera Constitución que había redactado el congreso hidalguense. Aunque ésta era de corte liberal, no fue obstáculo para que el año siguiente regresara a Tulancingo el desterrado obispo Ormaechea como si nada hubiera pasado. En enero de 1910 se fundó el "Club Antirreleccionista Benito Juárez" que participó en la nominación de Francisco I. Madero como candidato a la Presidencia de la República.

El 15 de mayo de 1911 las fuerzas maderistas toman posesión de Tulancingo bajo las órdenes de Gabriel Hernández, al día siguiente tomaron Pachuca donde dispusieron al gobernador quien había ordenado a los jefes proclamarle adhesión a Díaz.- En 1912, la ciudad es visitada por Madero. En la madrugada del 2 de mayo de 1915 fueron sorprendidos los revolucionarios carrancistas por los villistas en la plaza de Tulancingo. En 1916, Venustiano Carranza visitó Tulancingo. Y aquí se da inicio a la tan ansiada paz que tanto se había luchado por ella. Y se da paso al Tulancingo contemporáneo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ESTE BELLO MENSAJE. ES PARA TI...

ESTE BELLO MENSAJE. ES PARA TI...   Sin dudarlo... no terminarás este año con las manos vacías.  Han sido tiempos difíciles pero también de ...